Uno de los principios de un sano sistema tributario tiene que ver con su previsibilidad. Las personas deben poder conocer de antemano sus costos fiscales para poder evaluar la economía de sus proyectos. En enero de 2021 el Fisco argentino debía actualizar los valores del Monotributo, tanto los referidos al costo de los pagos mensuales como las pautas para categorizar.
Dada las dificultades que el sistema arrastraba de antemano debido a los problemas de los eventos de 2019 sumado a la pandemia, los técnicos se tomaron su tiempo para resolver.
Con seis meses de demora, la esperada normativa, no hizo más que agravar la situación. Fieles a un proceder burocrático y poco creativo, los responsables definieron extender el plazo para el pago del mes de junio por 5 días más. Parece ser que serían más que suficientes para resolver el desaguisado previo, pero como era de esperar, no fue así. Contribuyentes cumplidores decidieron abonar su cuota antes del vencimiento dispuesto, pero luego se resolvió extender hasta el mes de agosto para sorpresa de los incautos.
Pero como nada puede ser tan bueno como parece, el futuro es absolutamente incierto, salvo por el hecho de que aparentemente en agosto habrán de vencer 3 cuotas juntas, o con días de diferencia, eso claro, salvo que se disponga… algo diferente.
Para otra entrega, el desaguisado II, del sistema de cuentas tributarias, una especie de oscuro espacio que resulta inentendible para propios y extraños.
Mario Brendar
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